Ni que decir tiene que el consumo de fruta es una de las cuestiones que prácticamente todo el mundo considera necesaria para garantizar un buen estado de salud. Todos los médicos y los expertos la recomiendan, y no cabe la menor duda de que ese ya es argumento más que de sobra para apostar por productos de este estilo. Y no intentéis escaquearos con el argumento de vuestra edad, porque la fruta es imprescindible para todo el mundo con independencia de lo que ponga en su DNI. Y también es recomendable aunque no tengamos ninguna patología previa.
Tenemos la gran suerte de que, en nuestro país, es bastante común disponer de fruta de calidad. Tenemos buenos y fértiles campos en muchos sitios y la verdad es que eso se nota en la calidad de la que se dispone en España. Una buena prueba de ello podría ser una de nuestras frutas más particulares: la naranja. Es ella una de las máximas representantes del sector y una de las que, desde luego, hace que la vida de muchas personas sea mejor. Y es que pocos alimentos o productos pueden competir con los beneficios que una naranja nos puede ofrecer.
Fijaos en lo que asegura una noticia publicada en la página web de la agencia de noticias Europa Press: la naranja fue la fruta fresca más consumida por los españoles durante el año 2018 con una media que superaba por poco los 17 kilos por persona. Esta es una noticia que sin duda podríamos considerar excepcional y que demuestra que los españoles y las españolas hemos cogido el toro por los cuernos y hemos apostado por cuidarnos lo máximo posible. El consumo de naranjas es, desde luego, un barómetro perfecto para medir cuánto nos importa nuestra salud y la de las personas que están a nuestro alrededor.
Un artículo del diario ABC informaba acerca de algunos trucos para saber si las naranjas que compramos son frescas o no. Y es que la diferencia entre una que es fresca y otra que no lo es tanto se nota… y mucho. Que el cáliz esté verde y que la piel sea brillante y uniforme son dos de las claves para identificar una buena naranja y evitar, de paso, que alguien nos intente hacer el lío. No hay nada mejor para nuestra salud que una naranja que conserve todas y cada una de sus excepcionales cualidades.
En los últimos tiempos, se está poniendo de moda en España el comer de un modo saludable. Eso engloba muchísimas cosas, pero es cierto que está muy relacionado con un aumento del consumo de fruta que en España ya está siendo real. Desde Naranjas al Día nos han informado de que, en lo que respecta a la fruta que da nombre a su entidad, ha crecido la venta de manera paulatina en los últimos cinco años. Y no cabe duda de que esa es una muy buena noticia para la salud de nuestros ciudadanos y ciudadanas.
Combinar una buena alimentación con el ejercicio físico mejora todavía más nuestra salud
Llevar una alimentación sana es importante y es por eso por lo que se está generando y sigue creciendo un movimiento “healthy” al respecto al que se están sumando personas de toda clase. Comer sano no es solamente comer fruta, sino que también engloba aspectos que no se nos pueden olvidar, como un descenso en el consumo de carne y un pequeño aumento en el de pescado. En este aspecto, sí que es verdad que, en España, todavía necesitamos un poquito más de trabajo.
Además de lo anteriormente expuesto, es evidente que combinar la mejor de las alimentaciones con una dosis de ejercicio físico al menos durante tres o cuatro días a la semana es imprescindible. No os confundáis: no os estamos diciendo que os machaquéis en el gimnasio ni mucho menos. Basta con salir a correr media hora. O a andar. O quedar con nuestros amigos o amigas para jugar al baloncesto. El caso es no quedarse parado. Que cada uno ajuste ese consejo a sus posibilidades teniendo en cuenta su edad, la capacidad pulmonar de la que disponga o el tiempo libre que pueda reunir.
Gracias a cuestiones como de las que hemos venido hablando durante todo este artículo, se pueden combatir males como la obesidad, que tristemente ha caracterizado a la sociedad española durante una gran cantidad de años. Es cierto que, poco a poco, estamos consiguiendo darle la vuelta a la tortilla, pero debemos ser conscientes de que todavía queda trabajo por hacer y que no nos podemos relajar en absoluto. Hay que educar en valores a los más pequeños para que adquieran buenos hábitos alimentarios y físicos. Si hacemos eso, tendrán en cuenta durante toda su vida los consejos que les demos para estar sanos y fuertes.