Los datos que hemos conseguido son bien claros. En España hay un total de 1.346.369 de personas dependientes en agosto de 2020. De ese más de un millón de personas, 234.577 no reciben ninguna prestación a pesar de tener derecho a ella, puesto que han sido reconocidas como dependientes. Si a estos datos, le sumamos que la pandemia del coronavirus ha tenido un efecto dramático en el sistema de dependiente, pues la imagen del país puede ser dantesco.
El 31 de mayo de 2020 había en España 31.225 personas menos con derecho a una prestación por dependencia que el 29 de febrero del mismo año, cuando comenzó la epidemia en el país. Así que con esto todo está dicho. Lo normal es que estas personas dependientes estén alojados en residencias habilitadas para ello. Ahora bien, como es lógico estos lugares no son gratis. Todo lo contrario. Suelen ser costosos, y esto provoca que muchas familias decidan llevar a estas personas dependientes a sus domicilios. Pero claro, tienen que tener una serie de condiciones y de medidas de seguridad para poder convertir el hogar en un sitio más seguro. Algo que ahora mismo, por suerte, sí que se puede hacer.
En los últimos años, las solicitudes para adaptar baños han crecido un 30% y las adaptaciones de accesos para personas con discapacidad lo han hecho un 23%. Por este motivo, te vamos a dar una serie de recomendaciones para convertir la casa donde tienen que estar nuestras personas con toda la seguridad. Existen multitud de limitaciones que la edad u otras circunstancias van generando en nosotros y que nos dificultan progresivamente la realización de nuestras actividades cotidianas y de ocio.
Dormitorio
Desgraciadamente, la mayoría de las personas con dependencia pasa el mayor tiempo en sus dormitorios. Por este motivo, hay que apostar por unas habitaciones con toda la seguridad del mundo. Hay que comprar camas articuladas o con una altura que no requiera un esfuerzo extra por parte de la persona en cuestión. “Lo mejor es contar con una cama completamente eléctrica en la que se puede realizar todas las funciones con el mando: levantar espalda, piernas y elevar la cama en altura”, explican desde la empresa Cuidaria, que recuerdan que lo mejor de estas camas es que las puedes alquilar, y así no hacer un desembolso que no sabes por cuánto tiempo la usarás.
En las habitaciones también hay que tener atención con las ventanas y las puertas de los armarios. Hay que poner pomos por asas en los cajones también facilitarán el día a día de una persona con movilidad reducida. No hay que olvidar que no es fácil comunicarse, por lo tanto, lo mejor es colocar un timbre o un llamador para poder estar en contacto.
Baños
Los baños son zonas muy peligrosas paras las personas con dependencia. Al ser un suelo que resbala, donde se cae agua, hay que poner medidas para evitar caídas y golpes. Lo más importante es contar con materiales antideslizantes. Además, interesa cambiar la tradicional bañera por un plato de ducha. También se pueden colocar barras o asideros de sujeción, la adaptación de tazas de inodoro por otras especiales, la eliminación del cierre interior de las puertas o la instalación de mamparas son otras formas con las que podemos estar más tranquilos. Eso sí, mucho cuidado con los objetos que dejamos por el medio.
Cocina
Aunque es cierto que no es el mejor sitio para las personas con dependencia, la cocina también puede ser un lugar peligroso. Lo mejor es que sea espaciosa y sin obstáculos de por medio. Hay que intentar evitar tener sillas o mesas por medio. Hay que adaptar la altura de los muebles será igualmente necesario ayudando a que nuestros mayores tengan a mano todo aquello que necesiten usar con mayor frecuencia. Por supuesto, los fuegos tendrán que tener un control para evitar catástrofes en forma de fuego.
Aunque estos son los sitios más habituales que en una casa hay que amoldar a la nueva situación, el resto de la casa también debe estar adecuada con pequeños detalles que harán la vida más cómoda a las personas dependientes.
Esto supone una inversión de dinero que a veces no es fácil, aunque es cierto que en algunos Gobiernos regionales o en Ayuntamientos conceden subvenciones que pueden aliviar mucho la situación, como por ejemplo ocurre en Castilla y León. Lo mejor es que preguntes en asociaciones o administraciones donde te puedan asesorar. Lo que está claro es que se puede construir un hogar seguro sin tener que acudir a una residencia.