La condensación, como la conocemos, se trata del paso del agua de vapor a líquido a causa del enfriamiento y es algo que entonces suele pasar en el interior de los hogares, específicamente en las ventanas sin rotura de puente térmico o en paredes mal aisladas, y se puede llegar a convertir en un problema que conlleve a humedades que afecten a la familia y la estructura de las paredes.
Este problema suele pasar de forma más frecuente cuando llega la temporada de invierno, sobre todo si no se ventilan las habitaciones, cosa muy común debido al frio reinante fuera de la casa. Muchas veces suele ser a causa del puente térmico que se forma entre el exterior y el interior de la vivienda, transmitiéndose el frío al interior a través de los materiales, o debido al mal aislamiento de las paredes o el uso de materiales que favorecen esta transmisión.
Para saber exactamente de donde puede prevenir el problema y como evitarlo, sigue leyendo, ya que nuestros amigos expertos en ventanas de Crearsur nos comparten todos sus consejos.
¿Por qué se produce la condensación?
Lo primero que se debe saber si se quiere evitar tener un problema de condensación en casa es de donde proviene esta.
Por lo general, el problema suele darse en la época de invierno, como dijimos anteriormente, y puede provenir de las siguientes fuente:
- Agua líquida. El agua que se filtra de alguna tubería, depósito, filtración de aguas de lluvia, o algo similar y que se extravasa por algún poro o defecto en los conductos o en los recipientes que la contienen puede ser causante del problema. De ser así, siempre hay que identificar de donde proviene esta corriente de agua como primer paso para solucionarlo.
- Condensación de la humedad en forma de gascontenida en el aire. La condensación tiene lugar cuando el aire, con una determinada humedad relativa, entra en contacto con una superficie fría cuya temperatura está por debajo de la llamada temperatura de rocío. Así, cuanto más elevada es la humedad relativa del aire y cuanto más fría está la superficie en contacto con ese aire, aumentan las posibilidades de que se de una condensación.
No obstante, cualquiera que sea la causa, la condensación suele reflejarse en las superficies de los cristales y espejos en forma de pequeñas gotitas de agua o empañándolos y sobre las paredes y techos en forma de manchas negras y mohos.
Soluciones para evitar la condensación en interiores
Ya sabemos cual puede ser el origen de un problema de condensación, ahora nuestros amigos de Crearsur nos comentan cuales pueden ser las soluciones:
- Ventilación: los expertos suelen recomendar como primera medida para mantener las condensaciones y humedades fuera de casa la apropiada ventilación de los espacios. Hay que ventilar a diario la casa a pesar del frio que pueda entrar, al menos abriendo varias ventanas por 10 minutos para que se produzca la corriente de aire necesaria, y en el caso de cuartos de baño o sótanos donde no haya ventanas, debes producir esa ventilación de manera forzada, por ejemplo, instalando extractores eléctricos o respiraderos.
- Romper los puentes térmicos entre el exterior y el interior. Ya que estos pueden ser la causa de una condensación, romperlos evita que se produzca condensación cuando hay humedad y la temperatura exterior baja del punto de rocío, que es cuando el vapor se transforma en agua. Instalar ventanas con doble acristalamiento y con cerco con rotura de puente térmico y paredes con cámara.
- Apostar por sistemas de calefacción que no generen humedad. Las estufas de butano, por ejemplo, no están recomendadas en lugares con humedad; lo recomendables es usar aparatos de aire, emisores térmicos o un sistema de caldera y calefacción con radiadores, ya que estos producen una ligera convección del aire, que ayuda a secar el ambiente.
- Aprende a usar la calefacción. Puede parecer increíble pero la verdad es que a veces cometemos errores al usa nuestro sistema de calefacción que puede provocar la aparición de humedades, por ejemplo, no es bueno poner la calefacción muy alta ya que crea grandes contrastes de temperatura entre el interior y el exterior.
- Usa pinturas transpirables en el baño y la cocina.Una forma de proteger las paredes de este tipo de lugares en donde es tan fácil que aparezcan las condensaciones es aplicar pinturas Estas tienen la propiedad de aislar las paredes de la humedad que sale a través de la pared, y dejan salir el vapor fuera de la habitación, evitando la condensación. También es bueno aplicarlas bajo las ventanas que no tienen rotura de puente térmico.
- Utiliza cajas antihumedad. Colócalas en las habitaciones que la padecen ya que con sus sales granuladas reducen hasta el 50 % de la humedad ambiental y, además, evitan la formación de malos olores.
- Plaste anticondensación. Si el problema ya se ha agravado, puedes aplicar un plaste anticondensación en toda la pared. Este actúa como aislante térmico que evita que el frío del exterior traspase al interior de la habitación caldeada y produzca condensación.
- Controla la temperatura dentro de las habitaciones. Al controlar la temperatura en la que está la habitación, también podemos controlar el nivel de humedad, impidiendo que se incremente hasta porcentajes superiores al 80%, aunque hay que tener en cuenta que depende de la zona geográfica en la que nos ubiquemos, podríamos llegar a tener el aire exterior en este porcentaje o incluso superarlo. No obstante, tampoco es bueno pasarnos al otro extremo y más bien tener una humedad demasiado baja (menos del 30%) ya que puede traer molestias como sequedad de garganta, ente otras.
- Cuidar nuestras actividades dentro de la casa. Solemos realizar ciertas actividades dentro de casa que incrementan las posibilidades que las humedades ataquen como por ejemplo cuando nos duchamos cocinamos, planchamos a vapor, usamos estufas de butano, secamos la ropa, regamos las plantas, incluso cuando respiramos, ya que cada vez que lo hacemos generamos unos 60 gr. de agua en forma de gas por hora y persona. Por esto mismo sería bueno tener máquinas termodinámicas que nos ayuden a enfriar mucho el aire y que expulsen una buena parte de su humedad por condensación y volverlo a calentar, o ventilando continuamente las habitaciones como explicamos en el primer consejo. Por ejemplo, además de abrir tus ventanas por la mañana como hemos recomendado, también puedes hacerlo inmediato después de bañarte, cocinar, planchar o secar la ropa, de forma que el vapor que se encuentre en el aire en ese momento encuentre una vía de escape para abandonar la habitación antes de causar problemas.
- Reducir la condensación a través del aislamiento. Hay que tener ventanas que nos permitan un correcto aislamiento de los espacios, ya que muchas veces es a través de ella que se comienza a producir el problema. Aislando las paredes de manera que su superficie interior esté a una temperatura muy ligeramente inferior a la del aire de la estancia evitaremos condensaciones en las mismas. Por otro lado, también debemos cuidar los puentes térmicos de los que hemos hablado antes. Para esto se pueden colocar ventanas de doble cristal o incluso triple, siendo las de doble cámara las más adecuadas, no solo para evitar las condensaciones, sino también para reducir nuestro consumo energético y por lo tanto el monto de nuestra factura en electricidad.
- Usar materiales aislantes. Con relación a las ventanas, también tenemos que hablar de la importancia de los materiales con los que están construidas, ya que algunos son mejores que otros a la hora de combatir las condensaciones. Debes asegurarte que tus ventanas estén elaboradas en materiales de calidad y que actúen como aislantes.
Otras recomendaciones útiles para mantener la condensación a raya
Además de los consejos ya explicados, existen otra variedad de trucos que pueden usarse a nuestro favor en a lucha contra la condensación. Son pasos sencillos que, aunque pueden no parecer importantes, nos ayudan a reducir considerablemente las probabilidades de que se de un problema de condensación y humedad en la casa:
- Toma duchas más cortas. Esto de seguro que no será demasiado pedir en invierno cuando igual las temperaturas son tan bajas que apenas y queremos entrar la ducha, así que además de no pasar tanto frio, reducir tu consumo del agua, ayudarás también a que el vapor no se acumule y cause problemas.
- Tapa los recipientes de cocina. Los recipientes que contienen líquidos podrían traer problemas de humedad si no los tapas bien.
- Cierra las puertas y abre las ventanas. El vapor que se forma en el baño o la cocina pasa al resto de la casa cuando abrimos las puertas, por eso lo que se recomienda es cerrar estas puertas y abrir las respectivas ventanas para dar la ventilación apropiada a estos espacios.
- Evita secar la ropa dentro de casa. Cuando secamos la ropa dentro de casa, lo mojada que está hace que los niveles de humedad interior suban y se apoderen del espacio cerrado. Para que esto no pase, intenta otras alternativas como secar la ropa fuera, ir a una lavandería, usar la secadora o si es obligatorio secarlas dentro, mantener una puerta o ventana abierta en el lugar.