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La sala de espera en una clínica dental tradicional

La sala de espera en una clínica dental tradicional es una de las zonas que más se deben cuidar. Está claro que el paciente tiene que tener una percepción clara de que queremos que la estancia sea confortable. Lo más recomendable es que se interactúe con él de manera próxima y con el máximo respeto.

Cuando el paciente se encuentra en la sala de espera, solemos decir, “Sr. Dominguez, espere un ratillo aquí que ahora le llamaremos o “Siéntese, no vamos a tardar mucho”. El caso es que esta fórmula se debe mejorar.

Suele ser habitual, pero las clínicas que quieren que sus pacientes tengan una buena experiencia, deben dar un repaso a lo que siempre se suele decir. Debido a ello, podemos optar por otra forma que es bastante más inspirador: “SR. Dominguez, está como en su propia cosa. Tenemos disponibles para usted revistas y periódicos. En unos minutos le llamaremos para que pase a consultar con el doctor que está deseando conocerle”.

La espera tiene que ser lo más corta posible. Tiene que ser gestionada de una manera realista de tal forma que no se acumulen pacientes en la sala de espera.

El periodo de tiempo que acostumbran a pasar los pacientes en la sala de espera les da también una valiosa información y sensaciones sobre la clínica dentales. En cuanto a los carteles, podemos decir que una de las pautas de mayor importancia es la siguiente:

En la sala de espera no vamos a precisar de carteles sobre el antes y después de un tratamiento.

Además de las señales que son prescritas y obligatorias por ley, hay que evitar algunas como la Sala de espera, pues en nuestra casa no contaríamos con un cartel que dice salón o cocina. De igual forma también hay que evitar carteles con mensajes que digan que una mala salud bucodental puede hacer que suframos de caries, gingivitis, periodontitis o halitosis, pues el paciente no quiere que se aleccione de esta forma.

La sala de espera y el ambiente

No hay que olvidar que la sala de espera tiene que tiene un ambiente confortable y relajante, por lo que son necesarios elementos como:

  • Asientos que sean cómodos y nuevos
  • Lámparas que tengan luz cálida.
  • Música que evoque sensaciones agradables, no la radio. Una buena opción es contar con música clásica o de ambiente
  • Lo mejor es que si se tiene televisión, el volumen esté bajado y que tenga imágenes en las que haya paisajes bonitos

Si se tienen revistas, tendrán que ser de publicación reciente. No es preciso que se ponga en la revista “Propiedad de la clínica dental “x””. La temática de las revistas deberá ser sobre viajes, prensa del corazón, actualidad, etc. Se suele aconsejar que sean una clase de revistas que lo que hagan sea transmitir un estatus en lo social y económico de cierto estatus.

Si se quiere que la experiencia sea magnífica, los detalles son importante. Cuando se sabe que un paciente se puede llegar a gastar miles de euros en tratamientos, si el recepcionista o auxiliar percibe que le gusta lo que lee cuando se le llama, lo mejor sería decir algo similar a “estoy viendo Sr. Dominguez que le gusta la lectura, ¿por qué no se la lleva a casa para seguir leyendo con tranquilidad

Cuando se sale de la sala de espera con el paciente, es bueno indicarle el camino que se debe seguir. “Hay que seguir al final de este pasillo y en la última puerta a la izquierda. Justo ahí es donde le espera el Dr. Pérez y su asistente de salud dental”.

Como nos comentan desde clinicamarotovellon.com, avalados por su experiencia en el sector, no solo hay que tener estos cuidados, también el paciente debe notar que todo se hace para que se sienta a gusto y que sepa que tanto las instalaciones como el personal de la clínica están a su disposición.

La honestidad y el amor por la profesión es importante, pero también que el paciente pueda notarlo, pues de esta forma tanto los pacientes como los profesionales tienen una relación mejor y se acude a la visita del dentista con mayor tranquilidad.

Todo lo que hemos dicho puede ser aplicado de forma sencilla en cualquier clínica dental y seguro que los pacientes quedarán encantados, pues al final todos estos cambios pueden ayudar a que la clínica dental sea ese sitio al que cuando tenga uno que volver realmente no le dé ningún temor o reparo el acudir.  Así que ya sabes, ¡A poner estos consejos en “práctica”.

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