Dicen los expertos en el mundo empresarial que los momentos más difíciles de una empresa son sus inicios. Es algo lógico y normal. Se acaba de realizar una inversión inicial y hay que recuperarla cuanto antes para intentar dotar de una cierta estabilidad al negocio. Por regla general, las empresas empiezan a dar beneficios muchos meses después de haber iniciado su actividad, así que es conveniente empezar a ganarnos a la clientela cuanto antes. De lo contrario, es posible que la obtención de beneficios esté tan lejana que no merezca la pena esperarla.
Una noticia publicada en la página web Pymes y Autónomos intentaba responder a la pregunta de cuánto dinero se necesita para montar su primera empresa. El coste de los trámites es uno de los que más asusta a los emprendedores, pero otros costes fijos como la gestión del local, oficina o almacén también importan… y mucho. Además, otros asuntos como un software de facturación, los seguros, los contratos de mantenimiento de extintores o el registro de la marca en la oficina que corresponde a las patentes y marcas. Como veis, no estamos hablando de algo que sea precisamente reducido.
Para una empresa que tiene el objetivo de ser de gran tamaño y que arranca con bastantes empleados, es bastante fácil reducir el tiempo que se dedica a trámites de todo tipo. Sin embargo, no cabe la menor duda de que, para las empresas pequeñas, este es un verdadero problemón por muchos motivos, el principal por la falta de tiempo de sus profesionales. Hay que recordar una cosa que fue publicada por la página web Muy Pymes: que más de la mitad de las empresas españolas son pymes sin asalariados. En un contexto así, es el emprendedor el que tiene que resolver todos y cada uno de los trámites que se van ocasionando.
Es terriblemente complicado conseguir que, en una pequeña o mediana empresa, se realicen todos los trámites con fluidez porque, normalmente, de ellos se suele encargar una sola persona. Como es lógico, las empresas de tamaño más reducido necesitan una ayuda extra en este sentido para dar abasto y es en ese punto donde la ayuda de un asesor que nos pueda servir de ayuda en lo que respecta a asuntos fiscales, laborales, legales… Esta figura es más necesaria que nunca para las pequeñas empresas y por eso está tan valorada en los tiempos que corren en nuestro país.
¿Por qué las labores de asesoría están tan valoradas por parte de los pequeños empresarios en los tiempos que corren? Hemos querido que alguien del sector nos responda a esta pregunta para conocer todos los detalles. Han sido los profesionales de Gap Abogados, asesoría laboral en Jerez, los que nos han respondido, indicando que los pequeños empresarios son los que más tiempo ahorran gracias a los servicios de asesoría, pudiéndose dedicar en cuerpo y alma a la actividad para la que han constituido su empresa, lo cual valoran y agradecen de una manera bastante importante en nuestro país.
El tiempo, variable clave
Si hay algo que valoran todos los emprendedores, ya sean grandes o pequeños, es el tiempo. Y es precisamente esta la variable en la que se nota el tener a mano un asesor. Como hemos comentado, alguien que encuentra al cargo de una empresa no da abasto a realizar su trabajo si se tiene que dedicar a un sinfín de cuestiones. Y encontrar una manera de ahorrar tiempo en trámites es una buena manera de hacer posible que encontremos esas horas en nuestra agenda para intentar estar donde un emprendedor debe situarse: junto a sus empleados.
Es vital que se disponga de tiempo a la hora de ejecutar y dirigir proyectos. Y lo es por una cuestión muy sencilla: si no se dispone de ese tiempo, esos proyectos se realizarán de un modo atropellado, desorganizado y, en definitiva, defectuoso. Y nadie quiere eso. La solución consiste en delegar funciones y la figura del asesor es la más perfecta para eso. Por suerte, en España son miles y miles de emprendedores los que se han dado cuenta de ello y confían, desde hace años, en un profesional de este tipo para tener el tiempo necesario para acometer otro tipo de actividades.
A nadie le cabe la menor duda de que va a seguir siendo necesario confiar en un profesional así para seguir realizando nuestra tarea con el tiempo necesario que requiere la ejecución de las actividades que dependen directamente del empresario. Por eso, la labor de los asesores es más importante que en ningún otro momento de la Historia. De la confianza que depositen en ellos los empresarios depende, en buena medida, la suerte de las entidades empresariales españolas y, por ende, la economía general de nuestro país.