Los animales que comparten vivienda con nosotros bien merecen ser considerados como nuestros mejores amigos. Y la verdad es que nos dan pruebas continuadas de su lealtad, aunque a veces no seamos conscientes de ello. En España son muchas las personas que viven en casa con un perro o un gato, las dos especies más habituales en lo que conocemos como “animales de compañía”. Quienes los tienen saben perfectamente lo importantes que son en sus vidas, hasta el punto de admitir que, cuando ellos faltan, es como si una parte de sí mismos estuviera ausente. Y es que no es para menos.
Durante los meses de verano, llega la época del año más peligrosa para muchos animales. Sus dueños abandonan la rutina y, por consiguiente, van de vacaciones a diferentes lugares de España o del mundo. Es en estos momentos cuando suelen dejar en casa a sus mascotas, generando en ellas una fuerte depresión, sobre todo si nadie se queda al cuidado de ellas o si no cuentan con los víveres suficientes como para subsistir mientras sus dueños se encuentran fuera de casa. Evitar este tipo de situaciones es vital para ellas y merece ser considerada como la mejor prueba de lealtad que podemos tener las personas para con los animales.
Por suerte, existe una tendencia que se está generalizando en España y que consiste en viajar con nuestras mascotas de vacaciones. Es cierto que no ha sido algo habitual hasta ahora, pero la conciencia de los dueños y dueñas de animales está creciendo y ya son muchas las personas que deciden que su mascota también tiene derecho a disfrutar de unas más que merecidas vacaciones. Los profesionales de Animales por Avión, una entidad dedicada a gestionar y organizar todo lo que tiene que ver con el transporte de animales hasta el lugar de destino de sus responsables, nos han confirmado que esta tendencia existe y que sigue al alza en estos momentos.
Fijaos en lo que apuntaba una noticia que fue publicada en el portal web del diario 20 Minutos en abril del 2015: un tercio de los españoles decidía su destino de vacaciones en función de si se admitían en el mismo mascotas o no. Se trata de un dato de lo más interesante sobre todo para todos esos negocios que viven del turismo, que se están viendo obligados a tener en cuenta las necesidades de las mascotas de sus clientes para convencer a éstos de que su lugar es el idóneo para pasar sus días de asueto.
Una gráfica publicada por Statista hacía referencia a alguno de los asuntos que está relacionados con lo que venimos hablando. En concreto, en ella se aseguraba que el 45% de los españoles viaja con su perro entre 3 y 6 veces al año. Se trata de un dato que nos parece espectacular puesto que estamos hablando de varios viajes al año, no solamente de uno solo a lo largo del mismo. Lo cierto es que esto indica que la conciencia está mejorando, tal y como apuntábamos más arriba. Esa es una noticia que merece una celebración.
Una acción que la mascota nota y que agradece
El hecho de llevarnos a nuestro perro o gato de vacaciones es algo que genera una actitud positiva por parte de nuestra mascota. Se trata de una acción que el animal agradece y que valora. Aunque sale de su entorno más conocido, algo que en principio le puede generar algún miedo, permanecer con sus dueños en lugar de sola es algo que permite que no aparezcan en ella cuestiones como la depresión, que también se puede dar en animales y que termina ocasionándoles numerosos problemas a posteriori.
Para nuestros animales, no hay nada mejor que permanecer con nosotros, aunque sea en otro contexto diferente al que están acostumbrados. Les estamos demostrando nuestra fidelidad y, por tanto, ellos nos demuestran la suya. Es posible que no nos demos cuenta de ello, pero serían capaces de dar su vida por nosotros en caso de ser necesario. Y eso bien merece que, al menos, les tengamos en cuenta a la hora de planificar nuestras vacaciones y que no nos olvidemos de ellos en estos momentos del año.
Además, unas vacaciones con ellos pueden ayudarnos a reforzar nuestros vínculos, sobre todo si la mascota es joven y todavía no ha cogido toda la confianza en su dueño. Es una manera perfecta para construir puentes y tender lazos, lo que a buen seguro terminará por generar una gran cantidad de ventajas para ambas partes a lo largo de la vida. Y creednos cuando decimos que el amor de una mascota es algo que vale su peso en oro. Pelear por conseguirlo merece, y mucho, la pena.