Todos los servicios destinados a las pequeñas empresas son fundamentales para la sueprvivencia de esta clase de negocios. En el mundo empresarial hay dos realidades que son completamente diferentes entre sí: una que responde a las grandes empresas y que se caracteriza por disponer de un amplio personal que permite asumir, por cuenta propia, un volumen tremendo de servicios. La otra tiene más que ver con la realidad de las pymes, que no cuentan con ese personal y que se tienen que dirigir a otras entidades para resolver alguna necesidad en concreto.
La realidad para las pymes, como ya os podéis imaginar, es mucho más dura. Por eso, hay un sector, el de las asesorías o gestorías, que es de una importancia vital para ellas puesto que les permiten resolver o agilizar todos esos trámites que, por volumen de personal, no pueden asumir por sí mismas. Cuidar de un sector tan importante como este redunda en la salud de todas las pequeñas y medianas empresas del país y es precisamente por eso por lo que siempre demandamos a las instituciones que faciliten su labor en la medida de lo que sea posible.
El trabajo de las asesorías y gestorías está más valorado que nunca… y es que no es para menos. No ha habido un momento en la Historia en el que haya tantas empresas que dependan de sus labores. Es lo que nos han comentado desde la Gestoría Toledano de Alicante, cuyos profesionales indican que, a causa de la llegada del coronavirus, son muchas las pequeñas entidades que han necesitado una ayuda en algún asunto relacionado con la gestión de sus labores en materia económica, laboral o financiera. Y tiene pinta de que, de cara a los próximos meses, la situación va a seguir siendo la misma.
Un país de empresas pequeñas
Si algo caracteriza a España es que sus empresas son, en su inmensa mayoría, de pequeño o mediano tamaño. Es lógico que en un país las empresas sean, mayormente, de un tamaño reducido. Pero en España, la diferencia de número entre las grandes y las pequeñas es mucha, más que en cualquier otra nación de nuestro entorno. Es evidente que eso hace que la demanda de servicios que se encargan de realizar las asesorías o gestorías sea bastante más grande en España que en cualquier otro lugar.
Una noticia a la que hemos tenido acceso gracias al portal web Muy Pymes indicaba que más de la mitad de las empresas de este país son pymes sin asalariados, algo que deja clara cuál es la dependencia de estas entidades de otras como lo son las gestorías o asesorías, que deben encargarse de todos esos trámites burocráticos a los que estos emprendedores no pueden dedicarle el tiempo necesario. Desde luego, está claro que, para las pymes, contar con una asesoría de confianza otorga una tranquilidad muy grande. Una tranquilidad que, para alguien al cargo de una empresa, vale su peso en oro.
Hay que cuidar a las pequeñas empresas
Las pequeñas entidades son las que mueven a un país. Eso es lo que viene a decir una noticia que fue publicada en la web del diario El Economista, que indicaba que este tipo de empresas, las pymes, son las que generan el 66% de todo el trabajo en España. O lo que es lo mismo: dos tercios del empleo que se genera en España depende de estas empresas, lo que deja clara cuál es su importancia y su papel en la economía española, una importancia y un papel que no siempre es valorada en su justa medida por parte de la sociedad.
La experiencia en la economía española y mundial nos indica que, cuando los diferentes gobiernos y administraciones públicas se olvidan de las pequeñas empresas, el tejido productivo de la economía nacional o, en cada caso, la local, se resquebraja por completo. Es algo de lo que han avisado numerosos expertos y que, si atendemos a los registros que se producen en la economía española y que hemos visto más arriba, nos parece absolutamente lógico y normal. Así que ya sabemos qué es lo primero que tenemos que hacer para recuperarnos de una crisis como la que ha provocado el coronavirus.
Para esas administraciones de las que hablamos, ha llegado el momento de tomar decisiones. Hay una cosa que está clara: es imposible ayudar a todo el mundo en mitad de una crisis como la que estamos viviendo desde el pasado mes de marzo. En cierta medida, los gobiernos tienen que elegir a quién ayudar. Teniendo en cuenta que generan el empleo y la mayoría del tejido productivo, las pequeñas empresas deberían tener acceso a esas ayudas de una manera preferente. Las grandes entidades, en resumidas cuentas, pueden valerse por sí mismas en la gran mayoría de los casos.