No hay nada que sea más necesario en la vida que la luz del sol. Esa luz natural es la que nuestro cuerpo necesita para no sumirse en las tinieblas, para que no exista un desmesurado uso de la energía eléctrica y para que tengamos ganas de hacer planes fuera de casa. La vida sería mucho más triste si no existiera la luz del sol y creemos que todos si todas tendemos a pensar lo mismo con independencia de si nos gusta más el frío, si somos más partidarios del calor o de otros aspectos inherentes a cada persona como su sexo, su edad y su capacidad económica.
Sin embargo, hay situaciones en las cuales la luz del sol puede resultar perjudicial o que nos puede molestar, aunque sea por unos minutos. Cuando estamos dentro de casa y la luz del sol incide directamente sobre la estancia en la que nos encontramos, solemos sentirnos bastante incómodos y tendemos a tomar las medidas necesarias para que esos rayos lumínicos no incidan directamente sobre nuestro cuerpo para molestarnos mientras realizamos la actividad que estemos haciendo. Ese es el motivo por el cual España es un país de referencia en lo que respecta a la producción y venta de toldos.
El verano que ya ha pasado ha sido uno de los más calurosos y soleados de los que se tienen registros… y tiene pinta de que, como consecuencia directa del cambio climático, los veranos van a ser más calurosos y soleados todavía al mismo tiempo que periodos del año como la primavera o el otoño también ganan en templanza para sus temperaturas y sufren la ausencia de nubes. Esto quiere decir que cada vez estaremos más expuestos a los rayos del sol dentro de casa. Y que la población que esté siendo cada vez más consciente de este problema es lo que está motivando que la demanda de toldos siga creciendo año a año, tal y como nos han indicado desde Rolltec.
Está claro que hay que saber adaptarse a las nuevas realidades que vayan afectando a nuestra vida y que debemos tomar las decisiones que creamos oportunas para ello. La que os hemos comentado en relación a los toldos es una buena manera de hacerlo y lo cierto es que está haciendo posible que mucha gente se sienta más cómoda dentro de su hogar durante determinados momentos del año o incluso durante momentos concretos de un día. Conseguir sentirnos mucho mejor en nuestro hogar es algo que no tiene precio y en lo que no se debe escatimar lo más mínimo. Y es que no hay nada más triste que no sentirse bien en nuestro propio domicilio, que es el lugar en el que nos deberíamos sentir protegidos y protegidas de todo aquello que consideremos dañino para nuestra vida.
Volviendo al asunto ligado a la luz solar, debemos tener un cuidado especial teniendo en cuenta la zona del mundo en la que nos hallamos. España es uno de los países del mundo que cuenta con una mayor cantidad de horas de luz cada año. Según la página web de Engel Energy, nuestro país tiene un promedio que oscila entre las 2.800 y las 3.000 de luz solar cada año, cifras que van variando de manera ligera en función de la región de la que estemos hablando (las provincias y comunidades autónomas del sur del país disponen de mayor cantidad de horas de luz que las del norte).
Y ojo, que hay zonas del mundo que está demostrado que tienen más horas de luz que en nuestro país, aunque no estemos mal clasificados a ese respecto. Según la página web de Geografía Infinita, hay algunos países africanos como Egipto, Sudán o Chad que tienen más horas de luz, e incluso en suroeste de los Estados Unidos también se cuela en esa clasificación, siendo la localidad de Yuma, en Arizona, la que oficialmente cuenta con más horas de luz solar al año, contabilizando unas 4.000 a lo largo de los 12 meses. Son 1.000 más que las que tenemos en nuestro país, que no son pocas. Una auténtica barbaridad.
Encontrar la manera de mantener alejados los problemas relativos a los rayos del sol es en estos lugares del mundo una prioridad. En España, tenemos la suerte de que hay muchas horas de luz (sobre todo cuando no es verano) en las que la temperatura es agradable. Sin embargo, en algunas de las zonas que hemos mencionado en el párrafo anterior, la luz solar puede ser un verdadero problema para la piel del cuerpo humano. De hecho, son lugares en los que la posibilidad de sufrir un cáncer de piel es bastante más alta que en Europa.
Puede parecer que es un detalle menor el de conseguir ese toldo que mantenga al sol y a sus rayos fuera de nuestra casa en algún momento concreto, pero es en detalles como estos donde se va marcando la diferencia entre la felicidad en el hogar o la falta de la misma. Está claro que hay otros factores que van a tener una influencia en lo que respecta a esa felicidad, eso nadie lo ha puesto en tela de juicio ni lo pondrá jamás. Pero conviene que no nos olvidemos de estas pequeñas cosas que muchas veces parecen no tener demasiada importancia pero que, si nos faltan, terminamos echándolas de menos.
La comodidad de un detalle como del que hemos venido hablando en relación a los toldos es algo que, además, afecta para bien a toda la familia. Al igual que para todos los cuerpos humanos es conveniente tomar la luz del sol en según qué momentos, va a haber otros espacios de tiempo en los que necesitemos mantenerla alejada de nosotros y nosotras. Cuando va a ocurrir esto último va a ser mayoritariamente durante los meses de verano, pero seguro que muchas personas de las que estáis leyendo estas líneas habéis echado de menos algún toldo durante este mes de octubre en el que hemos tenido unas temperaturas más altas de lo habitual y un cielo más soleado de lo que también acostumbra durante esas fechas.
Toldos: cada vez más habituales en otros países europeos
Ese cambio climático que provoca cielos cada vez más despejados y temperaturas más altas está haciendo que también en otros países europeos se demanden cada vez más toldos. Estos elementos, que ya eran habituales en Portugal, Grecia, Italia o Turquía, empiezan a estar a la orden del día en países como Francia, que tiene zonas de bastante sol y calor pero que también se ha caracterizado por ser un país frío durante buena parte del año.
La verdad es que el toldo es un elemento cada día más común en todo el mundo y que los turistas extranjeros valoran mucho cuando vienen por primera vez a España y descubren la cantidad tan grande de horas de luz de las que disponemos en el interior de nuestras fronteras. Y es que todos esos turistas, que saben de antemano cuál es el clima de nuestro país, se quedan sorprendidos con nuestro clima a pesar de ello. Por eso, el toldo también resulta ser un aliado para ellos en según qué momentos de su estancia aquí.
La calidad de vida siempre ha de ser lo primero
Todo lo que nos ayude a tener una calidad de vida acorde a nuestras pretensiones es idóneo para que podamos tener esa felicidad que andamos buscando desde que tenemos uso de razón. Ni que decir tiene que eso, que depende de muchas cosas, tiene un porcentaje importante de su cumplimiento dentro del hogar. Y es que, si no fuéramos felices en este sitio, ¿dónde lo seríamos? ¿En el trabajo? El hogar es la pieza angular de nuestra vida y debemos hacer que sea ese sitio en el que siempre hemos querido estar.
Ni que decir tiene que, cuando tenemos hijos e hijas pequeñas, es más importante que nunca trabajar en la calidad de vida que nos puede proporcionar nuestro hogar. Como es lógico, eso es lo que va a determinar también la felicidad de los más peques de la casa, algo que tiene un valor fundamental y por lo cual debemos desvivirnos cada día. Ni que decir tiene que es algo totalmente básico que estemos siempre pendientes de cualquier cosa que pueda ver incrementada esa calidad de vida de la que va a depender la actitud con la que nos enfrentamos al día a día.
Hay muchas cosas que determinan el grado de felicidad que tenemos con nuestra vida. Y lo mejor es que siempre tratemos de cumplir con todas y cada una de esas cosas. Así tendremos muchas más opciones de conseguir razones para esbozar la mejor de las sonrisas. Ojalá que todas las familias lo puedan hacer más pronto que tarde. Nunca es tarde para recibir una buena noticia y experimentar el conjunto de mejoras que se pueden conseguir con pequeños cambios dentro del hogar.