Se dice que el curso natural de la vida es dejar el colegio y comenzar con nuestros estudios universitarios siendo jóvenes. De hecho, hace algunos años, matricularse en una carrera universitaria después de los 30 era muy poco común y hasta podía verse como algo inviable.
Gracias al paso del tiempo, esto ha cambiado mucho y ahora la sociedad tiene una mente más abierta e inclusiva, por lo que la edad ya no es impedimento ni razón de prejuicio para hacer lo que se quiera. Con ello, la idea de ampliar el perfil profesional a través de una formación académica, ha tomado mucha fuerza en las personas de una edad adulta, quienes ahora pueden evaluar la idea de retomar sus estudios profesionales o incluso, comenzar una carrera desde cero.
De hecho, retomar los estudios ofrece muchos beneficios a la persona que decide hacerlo. Por ejemplo, al acceder a un programa educativo, sus horizontes laborales y profesionales se expandirán significativamente. Esto representa nuevas oportunidades para lograr los objetivos personales del nuevo estudiante.
No obstante, además de los beneficios profesionales, ingresar a una nueva carrera es la oportunidad perfecta para ampliar nuestro círculo social, hacer nuevos amigos y expandir la red de contactos profesionales.
En definitiva, tomar la decisión de continuar con los estudios después de un largo tiempo, será el principio de un cambio de 180 ° para tu vida, tanto profesional como personal, del que estamos seguros no te arrepentirás.
Razones para retomar tus estudios universitarios
Son infinitas las razones por las que alguien puede haber decidido no ir a la universidad o no completar una carrera. Sin embargo, también hay igual cantidad de razones poderosas para considerar retomar los estudios incluso en edad adulta.
Si es verdad que igual la idea puede resultarte intimidante, debes pensar que recibirás cientos de beneficios a cambio de arriesgarte y hacer el esfuerzo. Estas son algunas de las ventajas de las que te podrás aprovechar:
- Invertirás en ti. Cuando tengas dudas acerca de si volver a la universidad o no, piensa que para alcanzar el éxito profesional que tanto quieres, debes aprender a priorizarte.
- Mejorarás tus posibilidades. Si estás buscando sobrepasar el techo salarial que te impone tu actual currículum, un título universitario te ayudará de gran manera a ir subiendo escalones hacia la cima.
- Harás algo nuevo. Las nuevas experiencias siempre suelen ser enriquecedoras en muchos niveles, además de que te ayudará a romper con tu rutina.
- Seguirás tus sueños. El sueño de obtener tu diploma universitario es uno de esos sueños realistas que si puedes hacer realidad con un poco de esfuerzo.
- Conquistarás tus miedos. Aunque es cierto que puede ser intimidante volver a las aulas de clases, a la larga te acostumbrarás y le sacarás provecho.
- Podrás comenzar un negocio. Si estás cansado de ser el empleado de alguien más, la universidad te dará los conocimientos que necesitas para convertirte en tu propio jefe en el futuro.
- Ampliarás tu red de contactos. En el mundo de hoy, los contactos juegan un rol fundamental en el rumbo de nuestras carreras. Piensa que durante tu tiempo en la universidad, conocerás muchas personas, que luego podrían conectarte con mejores oportunidades laborales.
- Mejorarás tu autoestima. Cuando veas que eres capaz de alcanzar tus metas, te sentirás renovado y mejorarás notoriamente tus niveles de autoestima.
- Darás un buen ejemplo. Si tus hijos te ven estudiando, se sentirán inspirados a seguir tus pasos.
- Ejercitarás tu cerebro. Nuestros cerebros están programados para recibir información. Al estimularlos a través del estudio, sentirás que aumentas tus capacidades en varios niveles y que esto te vuelve más eficiente en todo sentido.
¿Por dónde empezar?
Por supuesto, el primer paso nunca es fácil. Al principio te costará adaptarte. No obstante, puede ser un proceso más fácil de lo que piensas si aplicas los siguientes consejos, cortesía del Centro Universitario San Bernardo para adultos:
- Muestra motivación
El primer paso es estar realmente motivado por esta nueva etapa y sentir ganas para empezar de nuevo la aventura de estudiar.
- Fíjate un objetivo
El siguiente paso será decidir qué quieres estudiar y para qué. Ya que es muy posible que tu decisión esté motivada por conseguir una nueva profesión o mejorar en la que tienes, esto te ayudará a marcarte un objetivo realista, que se ajuste a tus posibilidades.
- Infórmate bien
En muchos casos, existe más de un camino que te permitirá alcanzar lo que quieres. Investiga todas las oportunidades, universidades e itinerarios y encuentra lo que más se adapte a tus necesidades.
- Organízate y prioriza
Tener un trabajo o tener responsabilidades familiares, laborales y personales y compaginarlo con el estudio requiere de una buena organización. Por ello, es mejor que empieces despacio, te fijes objetivos alcanzables y a corto plazo, que te permitan conciliar todas tus actividades e intereses.
- Conoce tus límites
Analiza bien tus posibilidades y el tipo de estudios que puedes realizar. De esta manera, podrás elegir trabajar y potenciar aquellas características personales que sean tu punto fuerte y que te sirvan para lo que quieres a futuro.
- Pide ayuda a profesionales de la docencia y la orientación
Puede ser que necesites la ayuda de profesores y orientadores, por lo que no debes dudar en acercarte a los servicios de orientación que puedes encontrar en diferentes espacios o centros de formación.
Estos profesionales te ayudarán a diseñar tu itinerario, organizarte y de seguro, te podrán dar muchas más herramientas para encarar con éxito tu nuevo desafío.
- Esfuérzate
El esfuerzo y la dedicación serán dos grandes herramientas para lograr el éxito académico.
- Afuera las excusas
Es cierto que a partir de los 30 puedes encontrar algunas barreras a la hora de estudiar que no tenías cuando eras más joven. Estas barreras son las que suelen sabotear nuestros planes de volver a estudiar que, cuando las ponemos en perspectiva frente a las ventajas, parece que suelen pesar más que el lado bueno.
Sin embargo, sentir miedo ante un nuevo reto es algo humano que nos pasa a todos. Lo importante es luchar contra esto, dándonos cuenta que estos impedimentos en verdad no son tan fuertes como pensamos.
La barrera más fuerte con la que solemos encontrarnos cuando estamos pensando en volver a la universidad es nuestra propia barrera mental. Se trata de aquellas barreras que nos ponemos nosotros mismos, y que en la mayoría de los casos nos juegan malas pasadas. Son esas que hacen que tú seas tu mayor enemigo, infravalorando tus propias capacidades y subestimándote.
Por ejemplo, el primer y más peligroso pensamiento que se nos viene a la cabeza antes de dar este paso es que ya no tenemos edad para estudiar y que quizá, ya somos muy mayores para esto. Y es que ves a los estudiantes, tan tecnológicos, tan millenials y te sientes fuera de lugar.
Sin embargo, es normal que haya diferencias, ya que ellos aún están en una etapa que ya tu viviste hace años. Lo bueno de la etapa en la que estás ahora es que eres el dueño de tu vida y tu futuro y cuentas con la madurez y experiencia que a ellos tanto les hace falta. Además, que te aseguramos que cuando vayas a matricularte en tu carrera podrás encontrar a muchas otras personas de tu edad en tu misma situación que te hagan sentir más en sincronía, sobre todo si acudes a un centro con cursos especiales para adultos.
Otro pensamiento negativo que te puede asaltar es que has perdido tu capacidad para el estudio y que no vas a poder hacerlo. Pero, muy lejos de eso, la verdad es que nadie sano pierde la capacidad de comprensión y de memorización. Esto, como otras muchas cosas en la vida, es cuestión de entrenamiento.
De hecho, según la opinión de varios expertos, el cerebro adulto funciona de una manera especial que permite captar más rápido las ideas principales de un tema específico; mientras que las habilidades analíticas y de resolución de problemas van mejorando con el pasar de los años.
También está comprobado que un adulto suele encontrar más motivación por su proceso educativo, razón por la cual el enfoque permanece intacto de principio a fin, lo que se verá reflejado en mejores resultados.
Por último, esta la barrera “tiempo”. Los adultos pueden pensar que no podrán encajara sus estudios dentro de su ocupada rutina. Lo bueno es que los centros educativos han pensado en esto y cuentan con cientos de herramientas, sobre todo en el ámbito online, para que puedas organizarte y priorizar.
Recuerda que es una inversión a futuro
Por último, queremos hablarte de que al retomar tus estudios estarás haciendo una inversión, tanto de tiempo, dinero y esfuerzo, para tu futuro. Estos representarán nuevas oportunidades.
Aunque el primer paso sea muy difícil, ya verás que poco a poco irás tomando nuevamente el hábito del estudio y comenzarás a ver resultados serán muy positivos… todo es cuestión de disciplina, esfuerzo y constancia.